El conducto auditivo no debe realizarse ya que la audición que se logra con un vibrador óseo es superior, y mucho menos si la oreja no ha sido reconstruida, porque arruina la zona de la microtia y el resultado que se obtiene no es tan satisfactorio cuando se opera una microtia virgen. En este paciente se había realizado la reconstrucción del conducto como pueden ver, sin mejoría de su audición. Por fortuna había bastante espacio de piel para colocar el armazón por lo que no fue necesario utilizar la fascia. En la hilera superior de la primera foto podemos ver el primer tiempo realizado, y en la extrema derecha la foto del primer tiempo a los 6 meses. En la hilera inferior, el levantamiento y el surco cicatrizado a la derecha. En la segunda foto podemos ver la secuencia de imagenes pre y postoperatorias de la oreja completa, pudiendo observarse una excelente simetría de las dos orejas en cuanto a forma, tamaño y altura.
La diferencia entre la reconstrucción de oreja en una microtia y en una amputacion traumática reside en que en la amputación traumática suele haber menos piel para cubrir el armazón. Otra diferencia es que el trago está siempre presente y que hay conducto. Ante la presencia de conducto hay que tomar precauciones preoperatorias ya que dentro del mismo hay bacterias que pueden infectar nuestro armazón. En muchos casos debemos utilizar la fascia para la reconstrucción. En el caso que presentamos hoy, nuestro paciente perdió la oreja como resultado de una mordedura humana. Como había suficiente piel, no fue necesario utilizar la fascia. En la fila de fotos superior podemos ver el primer tiempo donde colocamos el armazón debajo de la piel, abordando siempre por la cicatriz existente, y en la fila inferior podemos ver el resultado final a 4 meses de realizado el segundo tiempo.
“Este es el postoperatorio de Juan Carlos que nos visitó desde La Paz- Bolivia a tres meses de su primer tiempo “-Gracias por la confianza y por enviarnos la foto!